¿Tan difícil es hacer una oferta de trabajo decente?

Vivimos en un mundo en el que (normalmente) debes hacer bien tu trabajo para mantenerlo. Sí, a todos se nos vienen a la cabeza excepciones; además, hablamos en su día que a veces podía ir en tu contra ser un profesional.

Pero, al igual que hacen los economistas y los científicos, pensemos en un mundo ideal, un mundo en el que la gente desempeña su labor con esmero a cambio de un salario. Salario previamente establecido, claro… pero, ¿qué significa “previamente”? En muchas ocasiones, en el instante previo de la confirmación de que tu proceso de selección ha sido satisfactorio.

Sigo sin entender que existan ofertas de trabajo que no indiquen el salario al que se opta. No lo entiendo. Es como si yo dijera al entrevistador: “tengo unos skills que no te diré hasta que me contrates”. Absurdo. Pero hay cosas mejores, como las horquillas “generosas”: bandas salariales del formato: “De 18.000 a 40.000€”, como si no supieran el nivel de la persona que buscan… Porque prefiero no pensar que la parte derecha es un cebo para captar a gente a la que pagar la parte izquierda.

“Imagina estos carteles sin la recompensa”

¿De verdad que hay que jugar con la cantidad de dinero que quieres pagar a tu futuro empleado? Sí, ya sé que luego tenemos por ahí a las “cárnicas” gestionando sus márgenes… pues calcula a cuánto vendes el kilo y lo que te quedas, y pon el maldito salario en la oferta.

Y es que cuando al principio hablaba de imaginar un mundo ideal, no solo me refería a que las ofertas incluyeran el salario que se va a pagar si eres el afortunado, también hay más detalles:

  • Stack de tecnologías que se van a utilizar: parece lógico, ¿no? Pues no siempre están, o se habla de manera genérica o, atención, se escriben mal. Y es que a veces “parece” (eufemismo) que las personas que escriben la oferta no tienen ni idea de lo que están poniendo.
  • Horario: otra pregunta maldita. Parece que uno solo puede preguntar por su horario cuando el proceso está muy avanzado. Cierto es que muchas ofertas lo indican, pero en otras también parece secreto. Y lo mismo con las vacaciones.
  • Años de experiencia solo al alcance de viajeros en el tiempo: y es que muchas veces se piden más años de haber trabajado con alguna tecnología que los años de su existencia.

En definitiva, creo que las ofertas de trabajo que se publican deberían incluir todos y cada uno de los aspectos de los que hemos hablado aquí, totalmente detallados, sin excepciones. Y claro, que tengan valor pre-contractual, no sea que luego nos digan que solo eran estimaciones, que “lo bueno es lo que te ofrezco ahora”, después de haber superado todo el proceso (que puede incluir varias entrevistas, pruebas,…)

“RRHH esperándote para negociar tu salario a la baja” (En la foto, el Rey Enigma).

Al final, todo se convierte en un partida de ajedrez donde RRHH moverás sus piezas para ofrecerte lo menos posible. Yo he vivido esa situación: te dan la enhorabuena por haber obtenido el puesto y, oh sorpresa, el salario es menor que el de tu banda salarial deseada. Tras mi negativa, me llamaron en un par de ocasiones: en una me ofrecieron algo más, en otra me preguntaron (por fin) que cuál era mi banda salarial (cuando la indiqué al aplicar).

Dejemos de perder todos el tiempo y hagamos bien nuestro trabajo, incluso ese trabajo de ofrecer trabajos.

¡Hasta la semana que viene!

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